Sunday, February 6, 2011

Unplugged

Un Bucare en Macondo

No entiendo como le hace Yoani Sánchez. Es más, me produce una gran admiración. Estuve un mes y pico sin Internet en mi casa y no fui capaz de postear absolutamente nada en el blog. Esta mujer, Yoani, con las autoridades tras su pista y la conectividad picapiedrense de la isla es capaz de mantener su blog actualizado al pelo. Visitar su blog es increíble. Sus artículos producen miles de comments, esto es, miles de comments literalmente. En un solo post tiene más comentarios que el número de gente que ha visitado este blog. Es todo un suceso mediático y con razón. Está tan comprometida con la causa que cuando no puede guindar los posts ella misma, los dicta por teléfono y cuando no tiene acceso a un telefono, los envía hasta con paloma mensajera (este último, mi aporte a la leyenda urbana). En cambio, uno se queda sin Internet y end of the road.

Pero en fin, luego de luchar a muerte contra la CANTV e Intercable (esa es otra historia que algún día contaré), ya volví al siglo 21 y a la super autopista de la información.

Hablando de desconectarse, este último fin de semana salí de Caracas. Suena como cualquier cosa, pero tomando en cuenta que no he salido de Caracas en dos años (porque vivía en el imperio), considero que fue un viaje importante. Menos mal que la CIA volvió a asignarme a Venezuela.

El tema de los huecos es ajeno a nadie, transitando por las carreteras venezolanas se siente uno como Mad Max, esquivando huecos y pedazos de carros quemados. Ni hablar de la fauna. A los pilotos solo les falta la pinta de cuero sadomasoquista para entrar al Universo del Guerrero del Camino.

Felizmente, reporto que me encontré con menos rojo y menos propaganda gobiernera de lo esperado. En efecto, parece que la información que nos proporcionó nuestro agente infiltrado es correcta. No queda duda, se dio la orden de deslindar al incumplimiento de promesas del comandante supremo y su revolución.

El destino era un viejo pueblito perdido en los valles de Aragua, un lugar que he visitado por años y que se ha convertido en el Macondo de mi historia y que, por razones de seguridad, no voy a nombrar. Que carajo, el pueblo se llama Güiripa. Total, la CIA me pide reportes detallados.

Hoy en día es difícil vivir la experiencia macondiana de Güiripa, ya que, se ha malandreado mucho y la revolución ha entrado con todo. Entre esas cosas que uno trata de convencerse que no pasan y que son cuentos de tía, están las fulanas clases de adoctrinamiento socialista, comunista, chavista o como se le llame. Conversamos con una familia donde tres de sus cuatro miembros asistían dos veces por semana a las sesiones de dos horas. Al final del mes, siempre que hayan asistido a todas las sesiones, cada persona recibe 400 bolos (to my friends at Langley 400,000 Bolivars, that is). Es decir, nuestra familia amiga recibe una renta de 1.200 bolos mensuales por ser consecuentes con las enseñanzas del hermano amargado de Groucho. 1.200 bolívares para una familia en la Venezuela rural es bastante. Corrijo, 1.200 bolívares en la Venezuela de hoy es bastante.

Aparte de la angustia que representa la posibilidad que a esta gente se le cuele algo de pensamiento comunista en esas clases, a las que asisten por un impulso plenamente capitalista, los Bucares de Güiripa siguen floreciendo igual que siempre. Es más, viajar por Venezuela, sigue siendo lo mismo que hace dos años, excepto que hoy, uno se lo piensa dos y tres veces antes de tocarle corneta al malandro de la camioneta de enfrente cuando bota basura en la carretera. No vaya a ser que se tomen en serio lo de la CIA y traten de adoctrinarlo a uno, a punta de plomo.

No comments:

Post a Comment