Para leer la versión en inglés en Caracas Chronicles, hacer click aquí: Another one writes the post
Tras años de lucha contra el SIDA, Freddy Mercury murió una tarde de noviembre de 1991, y con él, un proyecto musical llamado Queen. Nunca hubo duda, Freddy Mercury era Queen. Poco hubiesen importado los esfuerzos del guitarrista Brian May por encontrar un reemplazo adecuado —uno que no se sintiera como una vulgar imitación del Sr. Mercury— o por darle un corte distinto a la banda: la reina había muerto.
Durante la convalecencia del famoso cantante inglés de ascendencia indoeuropea, éste negó en repetidas ocasiones su situación. Incluso cuando su deterioro físico por causa de la enfermedad era más que evidente, Mercury negó a los medios que su condición fuera tan seria como se especulaba.
En vez de descansar y tratarse como correspondía, Mercury trató de mantenerse activo. Pero poco pudo el titán contra una enfermedad, que en aquella época tenía la mortal connotación de “cáncer”. Poco a poco fue desapareciendo de la escena pública. Su última aparición, fue gracias a un sobrehumano esfuerzo con el que grabó el video de These are the Days of Our Lives, pocos meses antes de su muerte.
Mercury mantuvo las informaciones sobre su enfermedad bajo gran hermetismo mientras pudo:
“Respondiendo a las informaciones y conjeturas que sobre mi han aparecido en la prensa desde hace dos semanas, deseo confirmar que he dado positivo en las pruebas del virus y que tengo SIDA. He procurado mantener oculta esta información para proteger mi vida y la de quienes me rodean, pero ha llegado el momento de que mis amigos y fans de todo el mundo conozcan la verdad y espero que todos se unan a mi, a mis médicos y a todos cuantos luchan por combatir esta terrible enfermedad. La privacidad siempre ha sido muy importante para mi y siempre he sido conocido por haber concedido pocas entrevistas. Por favor entiendan que ésta política se mantendrá.”
Poco más de veinticuatro horas luego de que su equipo hiciera pública esta declaración, Mercury murió.
Por años se escucharon propuestas de reemplazos de Mercury para relanzar la banda. Se habló de su íntimo amigo Elton John, también del polifacético David Bowie —cuyo aporte a la banda como compositor y acompañante en el éxito Under Pressure era ampliamente conocido— y recientemente de Robbie Williams. Paul Rodgers los acompañó por cinco años entre 2004 y 2009, pero siempre como Queen + Paul Rodgers; con lo cual queda claro que cualquier cosa que hiciesen sería cualquier vaina menos Queen, porque Freddy Mercury era Queen.
La reina ha muerto. Dejó su marca indeleble en la historia del rock & roll y a un despechado club de fans, que con el tiempo —sin dejar de tenerla en especial consideración—, pasaría la página para seguir a otros artistas y venerar a otros dioses. Como pasa con todo.
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