Para el próximo domingo 31 de julio a las 11:30 de la mañana, Publicarte, ha organizado a 160 periodistas, narradores, dramaturgos y poetas para leer textos en homenaje a la gran cumpleañera en distintos puntos de la ciudad.
Logré colarme para participar con el siguiente texto, el cuento de Martín Silbador; Caracas desde una óptica muy particular y optimista.
Zumba cual mosquito por la Libertador, quiebra la máquina entre carro y carro como un campeón. Sabe que le temen, pero no se aprovecha. Al contrario, sonríe a las señoras buenamozas y da los buenos días, a los desprevenidos, que sorprende con el vidrio abajo.
No le interesa comunismo, consumismo, socialismo, paludismo ni capitalismo; el único ismo en el que cree, es el sismo que la Candelaria predijo para dos mil doce.
Para Martín, las promesas son palabras y lo único real, es lo que se tiene en la cartera. Es cumplido y su presencia, impecable. A pesar del polvero le brillan los zapatos, pule la moto a diario y el maletín remendado pasa por nuevo.
En las ventanas de los carros, su telenovela -vitrinas a la vida de los otros- le llama. Muchachitos tremendos en el asiento trasero, amantes que pasean en silencio y a grito pelao, el mujerón que necesita un buen hombre y menos maquillaje, la cantante en pleno recital, el actor que se pierde en sus sueños y agradece su Oscar –o su Ronda- a casa llena; todo eso y mucho más en la cola de las tres.
Va por los Cedros y cae un chaparrón. Se moja y acelera. En cada viaducto lo saludan los colegas, que saben, que a pesar de la lluvia, Martín no para, porque Martín no llega tarde. El diablo, rabioso con su doña, corta el agua y borra las nubes del cielo. El sol calienta.
La manga de coleo termina en el Sambil. Martín vuela por Bello Campo apartando gente y carros con su silbidito original. Llega a la Francisco de Miranda y para en el semáforo de la Francia. Entre rojo y verde descansa. Respira, contempla su Ávila quien, recién bañado, estrena nueva capa de pintura. Sonríe. Ve la hora. Va con tiempo. Cambia la luz y arranca.
Super original ycon una ambientaciòn perfecta. NO dejes de escribir. Es màs que un placer leerte
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