No me gusta Tom Clancy. No pondría esfuerzo en leer sus complicados
libros y me he limitado a no ver más de un par de veces las películas
que sobre ellos se han hecho. A pesar de esto, guardo con especial
cariño el recuerdo de ir a ver La Caza del Octubre Rojo en el
cine. Tenía diez años cuando vi aquella aventura de fin de la Guerra
Fría protagonizada por un entonces esbelto Alec Baldwin y Sir Thomas
Sean Connery. La persecución de submarinos fue —y esto hay que
escucharlo con la voz en off de un narrador de televisión venezolano—
“electrizante”.